LA CRÓNICA DE HOY, domingo 9 de febrero de 2014.– Él fue un inventor que dio un nuevo sonido a la música. El instrumento que inventó: el sax, revolucionó al jazz, blues y otros géneros con ese sonido sensual, poderoso y sin igual. Y el Museo de los Instrumentos de Bruselas (MIM) rinde un homenaje al “desconocido” Adolphe Sax (1814-1894).
Nacido en Dinant, Bélgica, cerca del río Mosa, el 6 de noviembre de 1814, se cuenta que sobrevivió a varios percances mortales: se pudo haber ahogado en ese río; se cayó de una escalera, y alguna vez tuvo la ingesta de barnices utilizadas por su padre, un reputado fabricante de instrumentos.
A partir de 1842, Adolphe se dedicó al estudio científico de la acústica. Y en ese tiempo tenía una bien ganada reputación y había registrado una patente para perfeccionar el clarinete.
Pero en 1845 ganó un concurso organizado por el ejército francés, que deseaba mejorar la potencia sonora de sus instrumentos de viento. Adolphe se impuso ante 20,000 espectadores en los célebres Campos de Marte. De esa forma aumentó su fama y obtuvo casi un monopolio entre las bandas militares.
Aunque el objetivo de Adolphe Sax era diseñar un instrumento que aumentara la versatilidad y gama sonora del clarinete. La primera vez que tocó un saxofón en público lo hizo en 1841, todavía en Bruselas. Por fin, el 28 de junio de 1846, depositó una patente para un “sistema de instrumentos de viento, llamados saxófonos”.
Entre los primeros entusiastas del invento se encontraban Berlioz, quien compuso la primera obra para saxofones en 1844, y llegó a escribir: “Es de tal naturaleza que no conozco ningún instrumento actualmente en uso que pueda comparársele, a ese respecto. Es pleno, blando, vibrante, de enorme fuerza y susceptible de endulzar”.
Fue bien recibido en las orquestas clásicas y en el mundo de la ópera, con obras de Georges Kastne, Jules Massenet y Bizet. Luego vendrían los músicos de jazz y blues que llevarían al instrumento a latitudes no sospechadas.
Y para rendir homenaje a este inventor, ayer el Museo de los Instrumentos abrió una exhibición de 200 saxofones que llevan la firma del inventor.