domingo, 9 de febrero de 2014

Rinden tributo a Ricardo Castro

EXCÉLSIOR, domingo 9 de febrero de 2014.– Como una obra que representa un patrimonio cultural de México, que da cuenta del gran talento de uno de los creadores que han enriquecido con su música a la cultura mexicana, Rafael Tovar y de Teresa describió a la ópera Atzimba, del compositor duranguense Ricardo Castro.
Lo anterior fue mencionado por el titular del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) en el reestreno mundial de la obra, que se llevó a cabo ayer en el Teatro Ricardo Castro, de Durango, con la participación de la Ópera de Bellas Artes, en el marco de los 150 años del natalicio del compositor mexicano.
De acuerdo con información proporcionada por el propio Conaculta, previamente a la presentación de la ópera dirigida por el batuta y compositor Arturo Márquez, Tovar y de Teresa colocó junto con otros funcionarios una ofrenda floral en la estatua de Castro, la cual se ubica en la esquina del teatro que lleva su nombre.
En el mismo acto, Jorge Herrera Caldera, gobernador de ese estado, manifestó su agradecimiento a las instituciones que hicieron posible el rescate del patrimonio musical emblemático para la entidad y para las nuevas generaciones, y destacó que el reestreno de la obra también se enmarca en el 450 aniversario de la fundación de la ciudad de Durango.
La ópera, integrada por tres actos, se basa en un episodio de La conquista de Michoacán, de Eduardo Ruiz, que narra la historia del guerrero Huépac, quien se enamora la princesa purépecha Atzimba, pero ésta mantiene amoríos con un conquistador español.
Rubén Ontiveros Rentería, titular del Instituto de Cultura del Estado, subrayó en el acto que, debido a su carga histórica, esta ópera debe ser difundida entre las nuevas generaciones, pues se trata de una trama que revela todo un marco simbólico y referencia de lo que fue ese capítulo de la historia nacional.
Por su parte, el compositor Arturo Márquez afirmó que fue un honor participar de la recuperación de la pieza, a la cual considera un logro musical, así como un ejemplo del talento y la calidad que han enarbolado los compositores mexicanos no sólo a través de las décadas sino de los siglos.
Sobre la realización del montaje, explicó que, junto con el compositor Abelardo Rivera, realizó una profunda investigación de los instrumentos de la época en la que fue creado para ser lo más fieles posibles a la visión de Castro, para así reconstruir el segundo acto, que se había perdido.
Una vez concluida la ceremonia del reestreno, se entregaron reconocimientos al elenco artístico de la puesta en escena, en la cual participaron Enrique Patrón de Rueda, a cargo de la dirección general; Antonio Salinas como director de escena; y Luis de Tavira, que tuvo bajo su responsabilidad la concepción de la puesta en tres actos.
Las voces de la ópera fueron de Olivia Gorra, José Luis Duval, Rufino Montero, Armando Gama, Carlos Sánchez y Ana Caridad Acosta, además del acompañamiento de la Orquesta Filarmónica de Durango, el ensamble Coral del Instituto de Cultura del Estado de Durango y el Coro de Guillermo Sarabia.
Al acto de homenaje a la memoria de Ricardo Castro también asistió María Cristina García Cepeda, titular del Instituto Nacional de Bellas Artes.